martes, 2 de febrero de 2010

sobre la expresividad del actor afrocolombiano

Entendiendo las realidades expresivas de cada región, sus capacidades, habilidades y particularidades; el teatro es una lupa que potencia ciertos tipos de comunicación regional.

En una primera instancia, la sorprendente intensidad energética que prima en el representante del litoral es innegable; esa carga emotiva necesaria para poder mantener una línea, dar y recibir impulsos para el partener, junto a la mezcla de originalidad, talento y frescura que ofrece cada actor, es la principal habilidad que se pone sobre el escenario. No hay que olvidar que no son solo esas las necesarias virtudes de un oficiante de las tablas; lo son también la memoria, la dicción, la postura corporal y demás herramientas que afortunadamente se pueden aprender, moldear y corregir con técnica. Y este histrionismo no es homogéneo; se compone del calor del litoral que representa la fiesta y la alegría que poseen sus habitantes, fusionado con la capacidad de adaptación rápida que traen las migraciones del interior del país en busca de un nuevo futuro; la fuerza del descendiente africano con la destreza del nativo y la decisión del conquistador están juntas.

Hacer teatro en Buenaventura como en cualquier lugar de este país, no es fácil; pero hay que mirar con detalle los tópicos de esta región, encerrada por la lucha entre grupos armados en pos del territorio y sus beneficios para la exportación ilícita de drogas, sumida en la pobreza generada por el frecuente saqueo de sus arcas por parte de dirigentes locales indolentes y mezquinos, y olvidada por gobiernos nacionales centralistas por no decir con inclinaciones étnicas específicas.

La idea no es vender al puerto como una pequeña África sumida en el olvido, éste, es el principal puerto marítimo del país, y esa es también su mas grande cualidad. El movimiento que a diario se da en sus calles y el continuo intercambio cultural, ha otorgado a los habitantes de Buenaventura una intuición especial que en el caso del teatro, les brinda cierta ventaja con respecto a otros habitantes del país.

Este proceso, que parte como un laboratorio formativo- práctico, se ha enfrentado a las adversidades sociales y económicas de Buenaventura. Suena utópico hacer teatro en un municipio sin siquiera contar con un edificio destinado para ello.

De esta manera, la hazaña que inicia con un taller formador, en versiones repetitivas que complementan los conocimientos, va tomando forma hasta convertirse en lo que es hoy un grupo con rigor e inquietudes claras al respecto de el arte teatral.

Estos intérpretes han entendido que lo primordial en su trabajo interpretativo no es la suma de fórmulas (quizá caducas y eclécticas) que hacen ver difícil el arte de la representación, sino, la compresión que de si mismos puedan llegar a tener. La actuación no es un ejercicio meramente sicológico, es un proceso de autoconocimiento que incluye la mente y el cuerpo.

Para un habitante de Buenaventura, que tiene que enfrentarse a problemas concretos en su diario vivir, no hay tiempo de reflexionar en puntos medios, las soluciones se buscan y por lo general cada vez son mas ingeniosas; quizá es justamente esta posición de confinamiento es la que lo ha obligado a ser recursivo en todo sentido. Desde sus mismos recursos vocales, que se distinguen en como te intentan vender un producto, en el que pasan del simple ofrecimiento a los tonos mas lastimeros para finalmente entablar una amena conversación con el posible cliente, se puede descubrir la riqueza tonal, intuitiva y a veces hasta descarada. La idea no es conmoverte, la idea es llegarte como ser humano, compartiendo los mismos objetivos que un actor.

Y este proceso comunicador de sentidos, mensajes o como se quiera llamar, no es solo, va acompañado de una espontaneidad corporal casi única, la fuerza de las palabras se acompaña de la emotividad corporal, simple, pero concreta. Si es “allí” es “allí” y el desprevenido hasta tomará como perezoso el movimiento, pero no es pereza, es como ellos mismo dicen: “la energía justa” y yo lo defino “abstracción del movimiento” así una pregunta es un fruncido leve de cejas con un sonoro ¿QUÉE?, un acto de negación se apoya en un giro del cuerpo y cualquier acto de seducción es la concentración total de la energía … uno hasta imagina la manera como se abre cada poro en la piel.

“Perder los papeles, es como si se perdiera uno mismo” así se resume la sabiduría popular. Porque en este ambiente el mundo se construye a cada momento, y cada situación especial, es resumida en una imagen literaria de valores axiomáticos. Así se entiende el mundo, no desde los grandes problemas básicos de la economía, sino desde las motivaciones básicas del sobrevivir, ese que agudiza la observación y pone en el plano de la concreción del hecho a la vida misma; y con frases como esta y personajes que deambulan por universo porteño, se topa uno en cada calle, aprendiendo que para ser actor, no se necesita mas que la intuición y la lógica.

Manuel Francisco viveros
Lic. en arte dramático
Universidad del valle

jueves, 21 de enero de 2010

JÓVENES CREADORES DE LITORAL - INTRODUCCIÓN Y ANTECEDENTES

El grupo, es el resultado de una iniciativa de la Dirección de Artes del Ministerio de Cultura y el Departamento de Artes Escénicas de la Universidad del Valle, con el apoyo de su Sede Pacífico.
El proyecto dice textualmente en su presentación inicial: “Con este proyecto se busca promover iniciativas de formación en el nivel no formal para el área artística y teatral en regiones del país desatendidas en procesos de formación artística” básicamente, su finalidad era la de cubrir en parte las falencias en cuanto a formación artística teatral en ciertas zonas del país, aportando además en el fortalecimiento de la identidad cultural del pacífico.
Jóvenes Creadores del litoral contribuye así a la creación de una identidad afro- colombiana, entregando vivencias y puntos de vista desde la escena, convocando y formando público crítico con la sociedad y las relaciones personales.
En resumen, este programa de formación no sólo ha cumplido con las expectativas, sino que con el paso del tiempo se ha convertido en un espacio de creación, investigación y multiplicación de conocimiento en el área teatral para el municipio de Buenaventura.

LA LECCIÓN DE PIANO – UN ASUNTO DE FAMILIA

La obra narra la disputa de dos hermanos por una reliquia perteneciente a la familia Chará; herencia que representa sus antepasados y los une a sus raíces. A la casa de Doaker llega Pelao Willie queriendo cambiar la historia familiar, para lograrlo, tendrá que enfrentar a su hermana Berenice, quien no quiere desprenderse de su pasado.

La obra habla de los valores espirituales y morales de la cultura afroamericana, teniendo en cuenta que éste término se refiere no solo a la cultura afro-norteamericana, sino a toda la afroamericana. Abordamos así problemas que surgen a partir de la adaptación a la vida occidental, y la búsqueda de una identidad que pertenezca a éste continente y no a la explotación de los vestigios de una desarraigada raíz africana. El piano se convierte en la metáfora de una herencia que conmueve, motiva y trastorna los sentimientos de todos los integrantes de una familia. Esta herencia es la historia que nos queda, es la representación material del doloroso pasado que arrastran los personajes y como ahora, algo con lo que no saben qué hacer.

Esta es una adaptación del montaje original, obviamente nuestro piano tiene sus propias características. En la propuesta sólo se han modificado nombres y lugares, pero se conserva el texto en casi su totalidad.

La obra - hasta donde sepamos - es su estreno en el mundo de habla hispana.

AUGUST WILSON (1945 - 2005) – RADICAL Y PROVOCADOR


Nacido en 1945 en el seno de una familia de Pittsburgh, Pensilvania, el autor se llamaba Frederick August Kittel. Su padre era un inmigrante alemán que trabajaba de panadero y casi nunca aparecía por casa, motivo por el cual se separó de él la afro estadunidense Daisy Wilson. De ella tomó después su apellido el dramaturgo.

Galardonado con el premio Pulitzer en 1987 y 1990 por sus obras Cercas y La lección de piano, Wilson se dedicó a rescatar las historias de rebeldía, dignidad y felicidad de los negros en Estados Unidos durante todo el siglo XX, en una colección de 10 obras teatrales, una por década, de las cuales ocho han sido estrenadas en Broadway. Documentó la llegada de los esclavos africanos a América, las vivencias de los nietos y bisnietos de esos esclavos y la situación actual de muchas familias de clase media alta que prefieren olvidar ese doloroso pasado.

El dramaturgo y también premio Pulitzer Tony Kushner, autor de Angels in America, consideraba a Wilson un ''gigante del teatro estadunidense". En la línea marcada por Eugene O'Neill y Arthur Miller, ''escribió dramas de compromiso social, directos y realistas, y reconquistó para el teatro un terreno que se consideraba abandonado", afirmó. Sin embargo, la convicción del autor por vincular el quehacer cultural con la realidad social de un país, específicamente la de los negros, también le ganó críticas. Hubo quienes lo calificaron de ''separatista" y de querer politizar el arte.

MANUEL FRANCISCO VIVEROS – REPRESENTACIÓN ARTÍSTICA AFRO



Egresado del Departamento de artes Escénicas de la Universidad del Valle, con participaciones en más de 5 festivales internacionales, es uno de los actores afro colombianos más reconocidos de la zona. Hizo parte desde su fundación de la extinta Corporación Teatro del Valle, con la cual realizó como actor diferentes montajes de la dramaturgia universal entre los que se encuentran “El condenado por Desconfiado” de Tirso de Molina, “Otelo” de William Shakespeare y “Tío Vania” de Anton Chejov. En el 2004 se vincula como monitor general del proyecto “Jóvenes Creadores del Litoral” proyecto con el cual ha dirigido obras como “con carne y sin pescado” del Nobel Derek Walkott y “Los Cretinos” de Roal Dhal. Actualmente hace parte de la junta directiva de la Fundación Teatro del Valle Independiente. En 2008 estrenó se estrenó como director con el montaje “Un enemigo del Pueblo” de Henrik Ibsen, premio de creación del Fondo Mixto para la promoción de la cultura y el turismo de la Gobernación del Valle 2008.